Concienciación, higiene, transporte escolar y ventilar las aulas;
estas cuatro premisas han sido las recomendaciones para un inicio de curso escolar seguro, según la OMS. En esta línea publicó el Organismo Mundial de la Salud en colaboración con UNICEF un informe para orientar a los colegios sobre la prevención y el control del COVID-19 en las escuelas.
La concienciación
comienza en la familia. Los niños deben conocer los detalles
de la enfermedad, su manera de transmisión y qué hacer si se nota algún síntoma. Es recomendable avisar a los benjamines de la casa de que, aunque cueste, deben saludarse sin contacto. Las cuestiones relativas a la higiene
se pueden plantear como parte de un juego, pero es interesante establecer horarios
para el lavado de manos (especialmente para los más pequeños). En cuanto al transporte escolar, se recomienda sólo un niño por asiento con una separación de un metro de distancia. Además, tanto la correcta ventilación en el autobús
como en las aulas será clave para renovar el ambiente.
Los consejos de la OMS se aplican a todo el mundo, sin embargo, en el territorio que nos concierne, Catalunya, las medidas se pueden ver un poco alteradas. La apuesta catalana es de escuelas “seguras, abiertas y comunitarias”, es decir, optar por grupos estables de convivencia
que puedan coincidir en lugares como el comedor pero manteniendo siempre la distancia de seguridad.
En cuestiones relativas a lo sanitario, se asignará una enfermera de referencia con la que poder contactar por teléfono. Si el centro detecta un caso positivo, el protocolo prevé el aislamiento durante 14 días de todo el “grupo de convivencia”; si hubiese dos o más casos, existe la posibilidad de cerrar todo el centro.
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